El soundtrack de la vida. Capítulo II

You can't be a spectator, oh no You got to take these dreams and make them whole "This is Hardcore" – Pulp.

This is Hardcore (1998)

Hay magia en las máscaras y los disfraces que usamos todos los días. El maquillaje, los accesorios, la ropa. Son herramientas que nos llegan a transformar en una fuente de fantasías para los otros y para nosotros mismos, que pueden o no consolidarse. Mi reto personal es el engaño de mi autopercepción, que me dice todo el tiempo desde el interior: no importo a los ojos de los demás (que en realidad es a mis propios ojos, la denigración inicia siempre en casa). Porque soy vieja, fea, gorda. No siempre en ese orden ni tampoco siempre todos los adjetivos.

Luego una voz ajena se me cuela en el sistema de defensa que con altavoces, cada día, todos los días, me asegura que no valgo madre, y ese extraño enemigo comienza a contrarrestar el mensaje diciendo que no sólo soy deseable, sino que estoy siendo deseada AHORA.

A friend with breasts and all the rest

A friend who's dressed in leather

"Pure Morning" – Placebo.

Without you I’m nothing (1998)

El ego se me embriaga y construye una estructura de autoconfianza (si bien endeble y que casi siempre termina destruida de forma estruendosa) que me lleva a hacer cosas que nunca pensé hacer, no porque no quisiera, sino porque pensaba eran algo negado para personas como yo. Comprar lencería, por ejemplo.

De las cosas buenas que ha traído la mercadotecnia del body positive es la diversidad de tallas en algunas tiendas en las que nunca se pensaría encontrar ropa para personas que no tengan delgadez extrema, como Victoria’s Secret. Mi experiencia inició con un choque visual inesperado, porque yo iba preparada para el dolor y en vez de eso, mi mirada se regocijó en el gozo de mi propio cuerpo. Es increíble lo que se puede hacer con tan poca tela y es más increíble aún lo mucho que esa poca tela puede costar. Pero el impacto de la imagen que me regresó el espejo, en mi caso por primera vez, valió todo lo que pagué, aunque el desenlace final de esa compra haya sido triste (contexto acá).

If you want, want my love Take it, baby If you want, want my heart Take it, baby

"You can have it all" – Yo la Tengo

And then nothing turned itself inside-out (2000)

Volverse un objeto de deseo debe ser una de las mejores sensaciones, particularmente si te vuelves objeto de deseo de ti mismo. Nadie me ha visto reír tanto como la gente que me vio salir ese día del centro comercial. Y no por las posibilidades que creía me daría mi compra, sino que nunca me había visto tan deliciosamente envuelta, ni me había sentido tan segura de mí misma. De pronto la diferencia entre ser la gorda de siempre y en convertirme en una diosa desbordante de sensualidad fueron pequeños fragmentos de encaje y una ejecutiva de piso que no se cansó de llevarme toda la colección nueva, aprovechando la proximidad del 14 de febrero. Quizá estaba ya muy acostumbrada a esas bolsas de lona con tirantes que suelen vender para mujeres de mi talla, quizá fue que, en esta ocasión, había alguien ansioso de verme vestida así, aunque fuera brevemente.

Put your hands on my waist, do it softly Me and God, we don't get along So now I sing

"Gods and Monsters" – Lana del Rey

Born to die (2012)

Hacía mucho tiempo que una compra no me hacía tan feliz, fue inclusive, tema de terapia. Ya me habían roto el corazón y a mí me seguía haciendo sonreír esa bolsa de compras llena de ilusiones. Luego vino, sí, la resaca cuando pensaba que todo eso fue un gasto innecesario, pero en esos momentos la voz de mi terapeuta y de mi miss de yoga entraban en acción: la apreciación de mi cuerpo, el reconocerme como ser sensual y sexual, es algo que no se debe a nadie sino a mí. Los amantes van y vienen, pero la apreciación y la aceptación de mí cuerpo, es algo que viene de mí primero, siempre.

Aún no le encuentro un lugar a mis adquisiciones en el ropero. Claramente no se irán al cajón junto con el resto de mi ropa interior, estás son piezas delicadas que lo mismo usaré como prenda de vestir que como antidepresivo alternativo. Todas deberíamos tener uno. O varios. Porque el dinero también va y viene, pero la felicidad que nos puede dar, sabiendo elegir bien el objeto de compra, puede durar mucho. O tal vez sólo hasta la siguiente temporada. Confirmaré en el verano cuando Victoria me haga llegar el cupón de regalo por mi cumpleaños.

Cashin' in on body issues Selling skin and bones with big boobs I know Victoria's secret She was made up by a dude!

Victoria’s Secret – Jax

Victoria’s Secret (2022)

Por: Ana Cristina Vera