El ciclo natural de la vida es que, eventualmente, dejemos la casa de nuestros padres y construyamos nuestro propio hogar. Siempre o, casi siempre, para no caer en el pecado de la generalización, nosotros salimos de nuestra casa, pero nuestra casa no sale de nosotros.
A través de un monólogo real y crudo, Cascada 126 nos hace acompañar a la protagonista y autora de, más que una obra de teatro, un ritual de liberación, perdón, transmutación y sanación de todos los muertos, literales y metafóricos, que la habitan y que se quedan también, en sus espacios físicos.
El impacto emocional es directo por lo familiar y cotidiano. Reconocernos en la experiencia narrada y darnos permiso de cooperar con nuestra atención y energía como ingredientes de la receta con la cual, Gala Gutiérrez, de a poco, va exorcizando memorias, redimiendo a quienes las generaron, y de paso, poniendo una luz en las evocaciones propias del público que no sabemos si lloramos porque nos duele lo que vemos o lo que recordamos.
Es un ejercicio hermoso y brutal, porque es honesto y es esta honestidad que lo mismo nos llena de risa que de horror, la que hay que aprovechar, abriendo el pecho y dejándonos sentir.
Cascada 126 estará todos los sábados y domingos a las 8:00 pm en el Foro Alternativo del Teatro Helénico hasta el 14 de julio y los boletos se pueden adquirir en teatrohelenico.comprarboletos.com y en la taquilla del teatro.
Por: Ana Cristina Vera
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