Según Universal Music, la demanda de 200 millones de dólares de Limp Bizkit por regalías no percibidas se basa en 'ficción'

Foto: Jim Dyson/Getty Images

El 8 de octubre de este 2024 abogados de Fred Durst, vocalista de Limp Biskit, afirmaron por medio de una demanda que un mecanismo 'fraudulento' fue establecido en su momento por Universal Music Group (UMG) con objeto de "retener injustamente sus derechos de autor durante años" y "posiblemente cientos de otros artistas". La demanda causó un gran revuelo en la industria debido a la enorme fama de Limp Bizkit en aquellos años y a la importante cantidad de derechos de autor que le siguieron.

En contraposición, en una demanda de represalia presentada el pasado viernes 22 de noviembre, los abogados de UMG afirmaron que las afirmaciones de Durst estaban "basadas en una falacia".

La petición cita correos electrónicos que muestran que un ejecutivo de UMG aparentemente intentó poner en marcha los derechos de autor, pero fue rechazado por la propia gestión de la banda, según Billboard.

Según la demanda, UMG se puso en contacto de forma unilateral y afirmativa con el representante de Limp Bizkit más de un año antes de que los demandantes "descubrieran" los derechos de autor supuestamente "ocultos" con el fin de empezar a pagar a la banda derechos de autor. Sin embargo, el representante informó a UMG de que todos los miembros de Limp Bizkit menos uno, incluido el demandante Durst, habían cedido sus participaciones en los derechos de autor a terceros y, por tanto, no tenían derecho a recibir ningún derecho de UMG.

Por su parte, el abogado de Durst, Mark Fabiani, respondió en un comunicado a Billboard:

Cuando a alguien le pillan con las manos en la masa, su primera respuesta suele ser contratar a bufetes de abogados externos muy caros que primero, como norma, intentan cualquier cosa para desestimar la demanda cuando tienen problemas con los hechos. En este caso, creemos que UMG está utilizando una estrategia típica, formulista y trillada de buscar cualquier vía de escape aferrándose desesperadamente a tecnicismos.

La batalla sigue.

Por: Mesa de redacción